“Llega Navidad con su magia y sus sonrisas, habrá que recordar a los seres que se han ido; son estrellas más que en el cielo han encendido, su luz para cantar ¡que ha llegadoNavidad!"
Las amenazas y los vientos de guerra, año con año se hacen presentes en esta época destinada a la paz y a la reconciliación. Brotes de intolerancia y conflicto en distintas latitudes del mundo. Lamentablemente también en nuestros ambientes próximos;incluso en el seno familiar y en la cercana comunidad a la que pertenecemos, se generan tensiones.
Es importante contrarrestar estas inercias y fatales prácticas a las que la vida cotidiana nos ha acostumbrado.
Al prender el televisor, al leer, al navegar en el internet y al participar en las redes sociales, constatamos que permea un bombardeo de malas noticias. Paradójicamente, esas son las “buenas noticias” …las que venden, las que llaman la atención y las que estamos permanentemente dispuestos a consumir.
Afortunadamente la nobleza del ser humano y el espíritu de la Navidad nos hacen, de vez en cuando,“respirar los aires de la paz”.
Un “ejército de voces” se ha reunido año con año para irrumpir con sus cantos y su algarabía, creando un espejo multicolor, sin distingo de clases sociales, todos son uno y a coro evocan los villancicos y prenden una vela que se traduce en multiplicación espontánea de luces que por un instante nos recuerdan que la buena noticia está en nosotros mismos. Es el Coro Monumental de Navideño, que sin mayores pretensiones convoca y conmueve. Un batallón de estudiantes dispuestos a cantar, para a través de cada frase y de cada nota, recordarnos que es posible un mundo mejor.
“¡Navidad en cada quien, Navidad en los demás…es hora de hacer el bien!”; reza una de sus canciones. Y los más pequeños gritan: ¡“¡Yo quiero un mundo sin fronteras, sin odios y sin guerras…!”
La convocatoria es abierta. Hoy viernes 14 de diciembre en la Plaza Valladolid a las seis de la tarde resonarán las voces de la niñez y de la juventud.
Los grandes cambios inician en pequeñas acciones...en nuestros propios territorios.