“Nadie triunfa sin esfuerzo.
Aquellos que triunfan deben su éxito a la perseverancia”
Ramana Maharshi.
Vamos por la vida reorientando el rumbo, enmendando la plana y descubriendo nuevos horizontes, porque en un recorrido auténtico de la existencia, no podemos caminar solos; mucho menos, apresurar la marcha más de lo debido.
La sensibilidad necesaria para captar las señales que nos presenta el devenir, son producto de la experiencia y de la apertura; así lo sentencia el filósofo Carlos Llano: ir por la vida haciendo un ejercicio permanente entre la apertura de mente y la firmeza de criterio.
Fundamental resulta voltear alrededor y tener en cuenta al otro en nuestro contexto laboral, familiar y social.
La Madre Teresa, “maestra de la caridad”, conminó a la humanidad a reflexionar cuando dijo: "No te preguntes si eres feliz, pregúntate mejor si son felices los que viven en tu entorno"
Somos interdependientes y es preciso caminar juntos, con espíritu solidario. Es la forma para alcanzar la plenitud y el éxito.
El riesgo de aislarse trae consigo los fantasmas y luego realidades, del fracaso y del vacío.
Compartir las buenas prácticas, ser generosos, asumir responsabilidades y expresar nuestras capacidades y valores.
Iremos juntos en la medida en que nos ayudemos particularmente en los momentos de crisis, construyendo estrategias para la serenidad, para poder diseñar con esperanza, una sociedad justa.
El gran poeta español León Felipe deja plasmado en esta frase un legado de realidades humanas que son esencia de la vida cotidiana:
"Voy con la rienda tensa y a veces refrenando el vuelo, porque lo importante no es llegar solos ni pronto sino con todos y a tiempo"